A Fausto Canales, no lo conozco. Jamás oí hablar de él. No sé si es creyente. No sé ni siquiera lo que opina de la muerte. Solo sé, lo que le escuché hace unos días en un telediario, como miembro de la asociación “Memoria Histórica”, al respecto del enterramiento de su padre y de su tío en el Valle de los Caídos.


A Fausto Canales, solo pude oírle a propósito del lugar donde está enterrado su padre y su tío, el Valle de los Caídos. Y que quiere llevárselo de allí, porque considera ese lugar, un lugar tétrico e inadecuado para que estén los restos de estos familiares a los que no ha podido acceder todavía.
Desea exhumarlos para llevarlos a la sepultura- monumento existente en el cementerio de Pajares de Adaja, donde ya se encuentran enterrados parte de los restos de las diez personas del pueblo, asesinadas en el verano de 1936 en una cuneta, en las proximidades de Aldeaseca (Ávila), localidad distante unos 25 kilómetros de su pueblo natal y que fueron arrojados a un pozo-fosa seco cercano, por orden de los ejecutores.


Creo, sinceramente, que ya has logrado que tu padre y tu tío permanezcan para siempre, en la memoria colectiva de nuestro pueblo.
La muerte cuando sobreviene, la provocada y la natural, solo tiene consuelo para mí en mi Dios, el Señor de la vida. La muerte, la lógica, sobrevenida por la edad o la enfermedad y la irracional, ocasionada por una orden, en cualquier caso, injusta como la de tu padre, no termina con la persona, porque creo en la Resurrección. El Dios del comienzo es también el Dios del final. El Dios creador del mundo y del hombre, es también el que lleva al hombre a la plenitud
Resucitar, como dice Benjamín Forcano, significa que la persona que muere, no se disuelve, continúa, y que el cuerpo sí que se disuelve pero entrando en una dimensión nueva.Por eso, querido Fausto, encuentra consuelo en saber, como yo sé, que tu padre y tu tío, independientemente de su ideología, ya se encuentran vivos en otra dimensión. Ellos viven y desde esa dimensión, ya ellos han encontrado el consuelo, que a ti, al parecer te falta.
Dejemos que los restos, nuestros restos, sigan disolviéndose donde sea. Esos huesos, son solo testigos inexpresivos de una realidad sufriente que vivieron y piensa que el espíritu que llenó el cuerpo que sostuvo esos huesos, vive para siempre, plenamente en el Dios de la vida, al que unos y otros arrojaron de su lado, provocando la locura causante de la muerte de tus familiares.Que descansen en Paz y que tu encuentres también tu descanso y tu paz.
http://lamemoriaviva.wordpress.com/2009/02/04/vivencias-y-actividad-relacionadas-con-la-desaparicion-forzada-de-mi-padre-valerico-canales-jorge/
No hay comentarios:
Publicar un comentario