martes, 29 de marzo de 2011

EL BOTELLON DE MONTESEIRÍN

Unos seis mil jóvenes, en su mayoría estudiantes, se lanzaron a las calles de Sevilla para unirse a la "macrobotellona" que habían convocado a través de las redes sociales, como forma de celebrar la llegada de la primavera.
El lugar elegido fue el recinto del Charco la Pava, a orillas del río Guadalquivir, cuyos accesos se cortaron al tráfico de vehículos. Los jóvenes acudieron a la cita que previamente habían convocado a través de las redes sociales, vestidos de forma veraniega debido al calor que ya hace en Sevilla y cargados de botellas de bebida.
Protección Civil, la Policía Local y la Empresa Pública de Emergencias Sanitarias (EPES) 061 montaron un dispositivo especial para atender cualquier incidencia, debido a la gran multitud de gente congregada, y las grandes dosis de alcohol que han circulado por dicho evento. Desgraciadamente este dispositivo no pudo evitar ni intervino en la pelea que se produjo y donde  falleció un joven en la noche del viernes, cuando sobre las 21,15 horas el 112 recibió un aviso en el que se indicaba que un joven había resultado agredido con un arma blanca en un enfrentamiento en la zona. El joven fue evacuado de urgencia al Hospital Virgen del Rocío de la capital, donde murió pese a los intentos de los facultativos por reanimarle
En el transcurso de esta peculiar y maldita Fiesta de la Primavera además el luctuoso suceso, se ha podido ver a jóvenes desatados, que en algunos casos y de una manera imprudente han sorteado los vehículos próximos al Charco la Pava sin mirar, e incluso jugando y sorteando los mismos. En Málaga había previsto otro botellón, pero la Policía lo ha impedido.
A raíz de este desgraciado suceso y buscando e indagando me he topado con esta noticia publicada hace unos años, concretamente 17/1/ 2002

El Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) ha ordenado al Ayuntamiento de Sevilla que adopte medidas para paliar los efectos secundarios de la movida juvenil. Una sentencia de la sala de lo Contencioso del TSJA admite la demanda que interpuso en 1997 una asociación de vecinos del barrio de El Arenal, en pleno centro de la ciudad, y reconoce la 'pasividad' del gobierno municipal para afrontar los problemas que ocasiona el famoso botellón. El alcalde de la ciudad, Alfredo Sánchez Monteseirín (PSOE), abogó ayer por que se aprueben normas que impidan consumir alcohol en la calle'
No se trata de ejercer una represión policial', advierte el TSJA, 'sino de denunciar una y otra vez las infracciones administrativas, incomodar y disuadir sin descanso a los jóvenes en sus comportamientos y no favorecer mediante cortes de tráfico y vallas dichas concentraciones, porque los derechos de los jóvenes a expresarse y reunirse encuentran sus límites en los derechos de los demás ciudadanos a la libre circulación, al descanso y a la propia vida entendida en un sentido amplio'.
La sentencia subraya que parte de la 'responsabilidad' en este fenómeno recae en los padres, los educadores y la sociedad en general, 'porque la falta de educación, cultura, solidaridad y civismo de nuestros jóvenes son la causa de los efectos indeseables de este fenómeno social'. 'Ahora bien', continúa la sentencia, 'no estamos enjuiciando aquí a los padres, educadores, a la sociedad, sino revisando una inactividad de la Administración municipal'.
El alcalde de Sevilla, el socialista Alfredo Sánchez Monteseirín, asumió ayer como 'un estímulo' la sentencia del TSJA más que como 'un tirón de orejas'. Sánchez Monteseirín recordó que la condena del alto tribunal andaluz alude a unas quejas vecinales que se produjeron en 1996 y 1997, cuando Soledad Becerril (PP) ocupaba la alcaldía.

Pues es hora de acusar al Ayuntamiento de Sevilla de dejadez de sus funciones y complicidad en este desastre.

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