En una entrevista desde la cárcel a “The New York Times” el financiero estadounidense Bernard L. Madoff, acusado de cometer un fraude piramidal de 50.000 millones de dólares (37.029 millones de euros) ha denunciado, en su primera entrevista a un medio de comunicación, desde que fue arrestado en diciembre d 2008, “la ceguera voluntaria” de bancos y los “hedge funds” (fondos de cobertura o instrumentos de inversión alternativa y fondos de alto riesgo)que aun no han sido identificados y les ha acusado de ser en cierta medida ”cómplices” en la elaboración del fraude.
Madoff, criticó los errores de estas entidades a la hora de estudiar las discrepancias que existían entre los registros oficiales y otra información de la que disponía. Piensa que ellos tenían que saberlo, pero miraban hacia otro lado.
Desde la humilde perspectiva de un exbancario implicado en tareas comerciales y de gestión durante casi 32 años, estas declaraciones me hacen recordar la manera, en ocasiones burda y poco profesional, donde éramos presionado para “colocar” productos financieros entre nuestra clientela, sin un conocimiento cierto de los mismos. Es más, creo sin temor a equivocarme, que los mismos que nos apretaban las tuercas, en ocasiones, tampoco conocían, al menos al comienzo de la colocación, los productos que “vendíamos”
Quiero recordar los primeros años de venta de deuda publica, donde me desgañité preguntando la formula matemática para calcular los intereses de esta, sin que nadie me supiera indicar como se calculaba; después de muchas gestiones extrabancarias logré conocerla, para sorpresa de muchos de mis jefes.
Años más tarde, entramos en el mercado de venta de Fondos de Inversión, donde con la primera crisis de estos, los fondos que vendíamos como súper seguros al ser de Renta Fija, empezaron a perder dinero, con la consiguiente cara de póker ante la petición de explicación por parte de los clientes y la nula información por parte de los “cerebros” de lo que pasaba (ya que la desconocian).
Después vinieron las ventas de acciones tecnológicas “súper rentables”, que perdieron dinero por un tubo; los fondos mixtos en mercados de todo tipo (más de lo mismo), los Unit Linked (que se fueron al traste) y los seguros de todo tipo, los bonos convertibles, las preferentes y los depósitos estructurados, los Swaps (que leñazo se dieron con estos y cuantos disgustos) , las Sicavs (estas eran ya palabras mayores, pero muy afectadas por los proyectos "Madoff") etc.
En mas de una ocasión nos “negábamos” a comercializar estos productos (por vergüenza torera), con la excusa de que los clientes no los querían, con la consiguiente ”bronca” tintadas de dosis de menosprecio por nuestra "poca implicación profesional". La gran maquina fagocitaria de los objetivos, ya no diarios, sino por horas, era solo un reflejo de estulticia e inhumana presión que llevó a muchos compañeros a colocar productos que desconocían, poniéndose y poniendo a los clientes, en la mayoría de las veces sin su conocimiento, en manos del ”mercado” y de la “irresponsabilidad” de los grandes ejecutivos, que vendían la profesionalidad de la red, cuando solo era terror a la presión y sus consecuencias y "pasadas por el aro", en muchas ocasiones a costa del dinero de los clientes.
Estoy casi seguro, de que los grandes ejecutivos, también influenciados por las inhumanas leyes del mercado (aunque estos ganaron “bonus” multimillonarios), se sentían también empujados por las grandes operaciones que proponían otros “ejecutivos” (también con “bonus”) de Bancos de Inversión. Los Consejos de Administración de las Entidades Financieras exigían resultados rápidos, aunque fuesen sin un conocimiento profundo de las consecuencias que al final produjeron(se volvieron mas que financieros, comisionistas puros). Después todos buscaron un responsable, y ahí es donde entiendo los que dice Madoff.
Al final el mundo está (estamos), en mano de unos intrépidos “yuppies” que solo buscan su promoción y ganar dinero de una forma rapida y muchas veces obscena….pero el mercado(los grandes capitales y fondos) también provocan y colaboran a ello, y ya se sabe que de aquellos polvos…estos lodos.
Al final la culpa no es del FMI, ni de la Reserva Federal, ni del Banco Mundial, ni del Banco Central Europeo, ni de las autoridades Monetarias, ni de las Grandes Entidades Financieras, ni de las Agencias de Calificación (todas han salido indemnes). Al final la culpa es de los “paganinis” de siempre, ya que nos venden humo y aunque nos han quitado el tabaco, nos lo tragamos a placer (y ese humo tambien mata).
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